En ésta entrada quisiera plantear un nuevo y personal punto de vista que, no obstante, quizá sólo sorprenderá a los profanos en el Arte de la lucha.
Sin embargo desearía que se leyése y se opinase, desde un punto de vista a medio camino entre "profesional" y "profano" -entendido "medio" según la Filosofia oriental: como equitativo, consciente de los dos extremos entre los que se encuentra, en vez de conceptualizar el término desde la perspectiva filosófica occidental, es decir, ajeno a la experiencia de dichos extremos.
Lo cierto es que cuando vemos o imaginamos, un combate sin armas, con un rival supera en altura, peso y corpulencia al otro, solemos suponer a priori, sin más conocimiento que la impresión recibida a simple vista, que poco o nada podrá hacer el adversario más débil. Esta "preconcepción" término que usó Epicuro (S. IV a.C) para referir las imágenes mentales que se relacionan con un sensación, de forma automática por lo que merecen ser comprobadas antes de aceptadas, es una vez más errónea.
Cierto que si pretendemos medir nuestra "fuerza bruta" en un combate, la visión de un luchador alto, musculoso, etc puede impactar y desalentar, pero cuando se ha recibido el suficiente conocimiento marcial, que debe incluir no sólo una amplia y variada instrucción "técnica" sobre ataques, defensas, inmovilizaciones, etc..., así como por supuesto una correcta información sobre la anatomía humana, (músculos, huesos, nervios, partes vulnerables,...) el problema deja de ser tan dolorosamente impactante y pasa a ser considerado una "simple cuestión estratégica".
En "Ip Man 2", pelicula dirigida en 2010 por Wilson Yip, y protagonizada por Donni Yen, el Sifu "Ip Man" es brutalmente golpeado en la pelea final por su oponenete, el Boxeador británico "Twister" (Darren Shalahvi), pero todo cambia cuando contra la fuerza física y la brutalidad del adversario "Ip Man" utiliza ataques estratégicamente dirigidos.
Creo que ese conocimiento es la principal ventaja que presentan las Artes Marciales, en especial para las mujeres, quienes fisicamente estamos muy por debajo de la fuerza masculina, incluso las deportistas profesionales que periódicamente entrenan y fortalecen sus músculos, requieren el doble de entrenamiento que los hombres para obtener resultados semejantes. Por otra parte las mujeres poseeemos ciertas condciones que nos favoren en el deporte como explican las Doctoras Nieves Palacios y Rosa Fernandez Silva:
"La elasticidad es hasta un 10% mayor en la mujer, al igual que la movilidad articular y laxitud ligamentosa.
Posee mayor habilidad en el aprendizaje motor, coordinación y ejecución técnica de los movimientos y tiene menor predisposición a algunas lesiones. Su velocidad de reacción y frecuencia de movimientos es análoga a la del hombre pero con una menor velocidad de traslación".
Dra. Nieves Palacios.
Especialista en Endocrinología y Nutrición y en Medicina de la Educación Física y del Deporte.
Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Centro de Medicina del Deporte. Madrid.
Especialista en Endocrinología y Nutrición y en Medicina de la Educación Física y del Deporte.
Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Centro de Medicina del Deporte. Madrid.
Dra. Rosa Fernandez Silva.
Especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte
Especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte
Resulta evidente que tales facultades hacen de la mujer candidata perfecta para el aprendizaje y entrenamiento marcial, de hecho podría de acuerdo con todo lo expuesto en ésta entrada, terminar mi escrito creando un lema a modo de frase publicitaria para exhortar a todos aquéllos y aquéllas que no crean ser capaces de pelear usando la fuerza bruta...
" Si no tienes fuerza... aplica técnica"
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